A partir de sus avistajes, desde lanchas o drones, se recopilan datos fundamentales sobre diferentes aspectos de su biología. En particular, del análisis de las fotografías colectadas en cada avistaje se analiza el patrón de callosidades que las ballenas francas tienen en su cabeza, el cual se mantiene a lo largo de toda su vida y brinda a los investigadores la oportunidad de discriminar ballenas entre sí, individualizándolas.
De esta forma podemos estudiar sus necesidades y conocer, año tras año, sus historias de vida; información clave para desarrollar estrategias que permitan el turismo sustentable y que por sobre todo aseguren su conservación y la de su hábitat.
Dar el primer paso para que este proyecto de investigación -de gran importancia para la conservación de la especie- se conozca y cuente activamente con la participación de la comunidad. Recordemos que la ballena franca austral fue declarada en el año 1984 ‘’Monumento Natural Nacional’’, lo que significa que es una especie que cuenta con la máxima categoría de protección a nivel nacional. Su preservación depende de todos.
Asignarle un nombre único y original a cada ballena que quedará registrado junto con su foto en el catálogo de fotoidentificación que estamos construyendo en el marco del proyecto.
Agilizar la búsqueda de información de una determinada ballena en nuestra base de datos de una manera más sencilla a partir de su nombre.
ELEGÍ Y DALE NOMBRE
Les presentamos un caso fascinante que hemos documentado en la Bahía San Antonio. El 2 de julio de 2023, registramos por primera vez la presencia de esta ballena navegando tranquilamente frente a las costas de Las Grutas. Transcurridos 16 días desde la primera observación, volvimos a avistar a la misma ballena, esta vez acompañada por una cría recién nacida. Durante toda la temporada de avistajes, tanto la madre como la cría mostraron un comportamiento notablemente receptivo hacia las embarcaciones turísticas. Ambas ballenas se acercaban frecuentemente a las lanchas, exhibiendo una actitud curiosa y amistosa, lo que permitió obtener imágenes y datos detallados sobre su comportamiento. Esta madre permaneció con su cría en la zona aproximadamente tres meses y medio, lo cual nos permitió seguir de cerca el crecimiento de la cría.
Esta ballena se destaca por presentar un patrón de manchas blancas y grises en el lomo, lo cual es poco común entre estos animales. Estas distintivas manchas, junto con su patrón singular de callosidades en la cabeza, facilitan su identificación. Los registros que tenemos de esta ballena sugieren que las interacciones sociales en esta especie no siempre implican contacto físico directo. En ocasiones, como ocurre con este individuo, las ballenas pueden mantener distancia, pero navegar juntas, lo que refleja la complejidad y flexibilidad de sus interacciones sociales.
Las callosidades de la cabeza de las ballenas son parches de piel engrosada que se encuentran cubiertas por ciámidos, pequeños parásitos marinos similares a los piojos, los cuales se adhieren a la piel de estos parches, donde forman colonias. Esta ballena presenta una formación en el bonete que recuerda a una huellita, un patrón único que no solo es visualmente fascinante, sino que también tiene implicancias importantes para el estudio y la conservación de las ballenas francas australes. Estas callosidades son más que meras características físicas, son una herramienta esencial en la fotoidentificación y el monitoreo de la especie. Cada ballena presenta un patrón de callosidades único, similar a una huella dactilar en los seres humanos, lo que permite a los investigadores identificar y seguir a los individuos a lo largo del tiempo. Una particularidad adicional de esta ballena es que fue captada navegando con la boca abierta, un comportamiento asociado comúnmente con la alimentación.
La ballena franca austral se caracteriza por ser una especie curiosa. La ballena que les presentamos se ha destacado por su comportamiento notablemente amigable y ha mostrado un grado de curiosidad por las embarcaciones de avistaje de ballenas, acercándose de manera persistente a las mismas.
Madre protectora. Esta ballena fue registrada en compañía de su cría, lo que permitió documentar de cerca su notable comportamiento protector. En esta ocasión, una ballena se unió al grupo acercándose a la cría, por lo que la madre se interpuso entre ambos para alejarla. Estas imágenes nos proporcionan una valiosa perspectiva sobre cómo las ballenas francas australes manejan las interacciones sociales y los cambios en la composición de sus grupos.
Les presentamos a la ballena número 300 identificada en la provincia de Río Negro, un hito que refleja el enorme esfuerzo y dedicación invertidos en el proyecto que iniciamos en 2021. Esta ballena fue avistada junto a una hembra en un grupo activo en el cual intercambiaron roces. Su distintivo bonete presenta una forma particular que recuerda a una cola de ballena, lo que facilita su identificación. Esta ballena ha sido seleccionada como representante de todas las que hemos avistado y reconocido en la provincia de Rio Negro, en conmemoración al gran esfuerzo de nuestro equipo de trabajo.
Esta ballena llama la atención por su coloración singular conocida como morfo gris, que la distingue de las demás. Es importante destacar que las ballenas que poseen una coloración gris cuando son adultas nacen con una coloración blanca, que a menudo se confunde con albinismo.
Esta ballena es llamativa debido a sus manchas grises en el lomo. Además, exhibió un interesante movimiento costero en la provincia de Río Negro registrándose primero en las costas de Las Grutas y luego en Bahía Creek, lo que nos proporciona información sobre los patrones de movimientos costeros de las ballenas en esta zona. La presencia de estas manchas en su lomo fue útil para su identificación y seguimiento en sus desplazamientos a lo largo de la temporada.
Esta ballena representa un momento crucial en la vida de las ballenas. Con aproximadamente un año de edad, se encuentra en una etapa fundamental de su desarrollo: la fase de destete y transición hacia una vida independiente. Este período de cambio es un hito significativo en la vida de cualquier ballena franca austral, y este ejemplar ofrece una oportunidad para estudiarlo. Durante este proceso crítico en su ciclo de vida se puede apreciar cómo se empieza a alejar gradualmente de su madre, explorando nuevas áreas y realizando viajes más largos de manera independiente.
Este ejemplar llamó la atención por una particularidad distintiva en su cola: una mordedura visible atribuida a un ataque de orca. Esta mordedura en la cola es clara y ha sido documentada con detalle, proporcionando evidencia visual del contacto con uno de los principales depredadores de las ballenas francas australes. Las orcas se encuentran en el tope de la cadena alimentaria marina. Aunque las orcas se alimentan de una variedad de presas, incluyendo lobos marinos y delfines, también han sido documentadas atacando a ballenas francas, especialmente a individuos jóvenes y crías. Este caso proporciona una visión importante sobre la dinámica existente entre predadores y presas en el océano y los desafíos que enfrentan las ballenas francas australes.
Conocé los nombres elegidos de las ballenas que bautizamos en 2022, miralas acá y en 2023, miralas acá.
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Mirar atentamente cada una de las fotos y conocer la historia de las 10 ballenas que queremos asignarle un nombre.
Desde el año 2019 investigadores de la Escuela Superior de Ciencias Marinas – Universidad Nacional del Comahue, el Centro de Investigación Aplicada y Transferencia Tecnológica en Recursos Marinos ‘’Almirante Storni’’ y la Fundación Azara se encuentran trabajando en la construcción del catálogo de fotoidentificación de Ballena franca austral (Eubalaena australis) del Golfo San Matías.
La fotoidentificación es un método no invasivo desarrollado por el Dr. Roger Payne en los años 70, quién observó que los patrones de callosidades presentes en la región cefálica de las ballenas francas se mantienen constantes a lo largo de los años. Las variaciones en la forma y tamaño de las diferentes callosidades y sus posibles combinaciones permiten el reconocimiento individual de los animales, así como las huellas dactilares en los humanos.
Te contamos quienes integran este proyecto:
Dra. Magdalena Arias - Investigadora y Directora del proyecto de fotoidentificación de ballenas francas del Golfo San Matías (Centro de Investigación Aplicada y Transferencia Tecnológica en Recursos Marinos "Almirante Storni" - CONICET, Escuela Superior de Ciencias Marinas - Universidad Nacional del Comahue).
Dr. Raúl González - Investigador y Codirector del proyecto de fotoidentificación de ballenas francas del Golfo San Matías (Centro de Investigación Aplicada y Transferencia Tecnológica en Recursos Marinos "Almirante Storni" - CONICET, Escuela Superior de Ciencias Marinas - Universidad Nacional del Comahue).
Dr. Enrique Crespo - Investigador y Codirector del proyecto de fotoidentificación de ballenas francas del Golfo San Matías (Laboratorio de Mamíferos Marinos, Centro Para El Estudio de Sistemas Marinos Centro Nacional Patagónico - CONICET).
Carla Marino, Vannessa Mora y Daniela Cabrera - Estudiantes de la Licenciatura en Biología Marina en la Escuela Superior de Ciencias Marinas - Universidad Nacional del Comahue y voluntarias del proyecto de fotoidentificación de ballenas francas del Golfo San Matías.
Sebastián Leal, Lic. Nicolás Cetra, Agustín Baraschi, Candela Fernández y Franco Dorini - Fotografía y logística del proyecto de fotoidentificación de ballenas francas del Golfo San Matías.