LA PESCA FURTIVA ES PARTE DE UN CRIMEN ORGANIZADO

Cuando uno habla de tráfico de especies mucha gente lo asocia con la captura ilegal de aves. Cuando percibo esto me nace pensar «pobre, que la inocencia le valga». El problema es mucho más amplio, grave y complejo. Sus consecuencias, también.

La diversidad de rubros comerciales pone su mira sobre las especies de mayor valor económico en distintos mercados (interno e internacional). A veces específicos: medicinas, maderas, animales vivos, plantas ornamentales, carnes… Por eso, en la Argentina de hoy se siguen cazando, capturando, colectando o talando esas especies. En ocasiones se hace de modo legal, pero sin que medie un control eficaz sobre los permisos otorgados por las autoridades. Es el caso del comercio de maderas como el Palo Santo, por citar uno «al rojo vivo» en el norte argentino. En otros casos (la mayoría) la extracción es directamente ilegal. Esta imagen muestra claramente cómo toda una flota internacional se moviliza para pescar en el borde de la clandestinidad de las aguas territoriales argentinas.

Imaginemos por un momento qué sucedería si una flota argentina hiciera lo mismo frente a los mares de China, Korea o España… ¿Cuánta tolerancia tendrían sus gobiernos?

El año pasado se estimó que la pesca ilegal en aguas argentinas nos genera pérdidas anuales por u$s 5.000 millones (que no nos sobran precisamente). Ver: https://bit.ly/2FVtvzH

Sabemos que los controles son insuficientes, ya sea en el mar como en tierra firme. Los desmontes en los bosques chaqueños refleja esto último claramente.

Foto: tomada del artículo «Una noche en la Milla 200, controlando a 350 pesqueros extranjeros al borde de la ilegalidad». Diario La Jornada (Chubut), 24/1/2019, https://www.diariojornada.com.ar/228043/provincia/una_noche_en_la_milla_200_controlando_a_350_pesqueros_extranjeros_al_borde_de_la_ilegalidad/

Pero algún día esto se va a terminar en una bifurcación de opciones: por estupidez, con el agotamiento de los recursos o por inteligencia: ejerciendo un control sobre el uso de nuestro patrimonio natural y compensándolo con la creación de más áreas protegidas marinas, costeras y terrestres.

En este año electoral va a ser clave conocer las propuestas de los candidatos. Pero más interesante será que gane quien gane cumpla con sus promesas. Lo que está en juego es mucho. Desangra el país. Y -como se ve- el tráfico de especies es un crimen organizado porque convoca a personas para violar leyes de modo premeditado en más de una jurisdicción nacional. A veces, compartiendo los rasgos que definen el nivel de mafia (cuando dominan un territorio). De ahí que su enfrentamiento no pueda caer en la ingenuidad o mantenerse con los actuales recursos.

Claudio Bertonatti
Asesor Científico de la Fundación Azara