Yamanasaurus: el primer dinosaurio de Ecuador

El hallazgo

Restos de dinosaurios han venido hallándose a lo largo del siglo XX en numerosos países sudamericanos. Los principales son Argentina y Brasil, pero Chile, Perú, Bolivia y Colombia han provisto restos también en forma de miles de huellas fósiles y a veces en forma de esqueletos o huesos aislados. De hecho, hay quienes han pensado en la región Andina como un vasto corredor norte-sur que favoreció el intercambio de dinosaurios y otras faunas a la vera de un brazo de mar que inundara el continente a fines del período Cretácico (hace unos 70 millones de años). Sin embargo, hasta el momento, ningún hueso había sido reportado para Ecuador.

En 2018 se conformó un equipo liderado por los paleontólogos Sebastián Apesteguía y Pablo Gallina -investigadores de la Fundación Azara, la Universidad Maimónides y el CONICET (Argentina)- junto con científicos del Departamento de Geología y Minas e Ingeniería Civil de la Universidad Técnica Particular de Loja (Ecuador) con el fin de estudiar huesos hallados en Ecuador.

El sitio del hallazgo se ubica en la región de Yamana, en la provincia de Loja, sudoeste de Ecuador. Como se puede observar en las imágenes se trata de una región serrana y semiárida donde donde crecen grandes “palos borrachos” y pastorean cabras.

Los saltasaurinos

El análisis de los restos reveló que se trataba de restos de dinosaurios saurópodos, los herbívoros de cuello largo del grupo de los titanosaurios, los más abundantes en el hemisferio sur. Pero dentro de los titanosaurios, los fósiles fueron asignados al pequeño grupo de los saltasaurinos, un grupo muy especial de saurópodos.

Se conoce apenas un puñado de especies de saltasaurinos: Saltasaurus, Neuquensaurus y Rocasaurus. Todos estos dinosaurios vivieron entre los 85 y 65 millones de años atrás y se los considera como los últimos saurópodos en aparecer, casi al borde de la extinción del grupo. El primero del grupo, Neuquensaurus australis, fue publicado en 1893 por Richard Lydekker, y los otros se sumarían hacia 1980.

Lo interesante de los saltasaurinos es su pequeño tamaño (hasta 6 metros de largo), su robustez (los huesos de sus miembros son cortos y gruesos), su coraza protectora (poseían una malla protectora de pequeños huesecillos metidos en la piel) y su gran neumaticidad (todos los huesos de sus vértebras estaban perforados por cámaras de aire que los hacían más livianos). Algunos han pensado que esta variedad enana de los mayores titanes que pisaron la tierra evolucionaron en relación a las grandes ingresiones de brazos de mar que hacia fines del Cretácico inundaron el continente sudamericano, generando islas donde el pequeño tamaño era una ventaja. A fines del Cretácico se extinguieron junto con sus compañeros dinosaurianos.

El estudio

El material estudiado consiste en restos de un esqueleto desarticulado e incompleto. Entre los huesos descubiertos, como se puede observar en las imágenes que se muestran a continuación, se destacan: dos vértebras del sacro, una de la cola y restos del húmero, radio y tibia.

Basándose en el esqueleto mejor conocido de Neuquensaurus australis y en los huesos hallados en el sitio de estudio se pudo reconstruir el esqueleto de Yamanasaurus lojaensis:

Ilustración realizada por el paleoartista Jorge A. González. En rojo se muestran los huesos hallados.

El trabajo científico titulado “The first dinosaur remains from the Cretaceous of Ecuador” fue publicado en el último número de la prestigiosa revista científica Cretaceous Research. Cita: Sebastián Apesteguía, John E. Soto Luzuriaga; Pablo A. Gallina, José Tamay Granda y Galo A. Guamán Jaramillo (2019). The first dinosaur remains from the Cretaceous of Ecuador. Cretaceous Research,                                                                               https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0195667119303027?via%3Dihub