Entrevista a Pablo Gallina, paleontólogo de la Fundación Azara – Universidad Maimónides

El paleontólogo Pablo Gallina desde hace más de 15 años que realiza campañas en la búsqueda e investigación de nuevos dinosaurios del Cretácico principalmente en el norte de la Patagonia Argentina. Pablo es Doctor en Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata, investigador adjunto del CONICET y del Área de Paleontología de la Fundación Azara – Universidad Maimónides y profesor de zoología de vertebrados en la misma Universidad. Además de las investigaciones científicas y la docencia le gusta mucho la música y el cine por lo que, además de las herramientas como la piqueta y el pincel, nunca olvida llevar la guitarra a los viajes de exploración.

La primera pregunta es obligada. ¿Qué estudia un paleontólogo?

Un paleontólogo estudia la vida en el pasado geológico a través de los fósiles. De esta forma se incluye a los fósiles de plantas y animales que se preservan en las rocas y que habitaron nuestro planeta, principalmente desde hace unos 540 millones de años atrás hasta hace unos 5.000 años, aproximadamente. No sólo sus restos físicos son foco de estudio, sino también la evidencia de su paso sobre la tierra, es decir marcas, huellas, excrementos, entre muchas otras.

En mi caso, como paleontólogo me dedico principalmente al estudio de distintos grupos de dinosaurios que habitaron nuestra Patagonia, en un período de tiempo que va desde los 145 hasta los 65 millones de años antes del presente conocido como Período Cretácico. Además de intentar reconocer a las distintas especies y sus relaciones de parentesco, también analizo diversos aspectos de la vida de estos animales, como el modo de crecimiento, el desarrollo de su musculatura o su locomoción.

¿Por qué decidiste dedicarte a la paleontología?

En mi caso particular, elegí la paleontología porque siempre me gustaron la biología y la historia. Si bien de chico me interesaba más la arqueología, elegí estudiar paleontología al terminar el secundario y encararla como una profesión. Por suerte, luego de varios años de estudiar en la universidad y completar mis estudios pude acceder a becas para perfeccionarme y finalmente insertarme en el ámbito científico de investigación del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) con lugar de trabajo en la Fundación Azara – Universidad Maimónides.

Siempre se habla de hallazgos de nuevas especies que incluyen la reconstrucción del fósil, el lugar del hallazgo y detalles de su tipo de locomoción y dieta pero muy poco se informa acerca de cómo es el trabajo de campo en un sitio paleontológico previo a dichos hallazgos. Contános cómo es el trabajo de campo de un paleontólogo…

El trabajo paleontológico de campo puede ser muy variable desde la prospección y búsqueda de yacimientos fosilíferos hasta la excavación, extracción y transporte de fósiles encontrados.

Para el caso de Cerro Policía, en donde venimos trabajando desde hace varios años, el enfoque se hace en mayor medida en el acondicionamiento de los fósiles hallados para su extracción y transporte al laboratorio. En este sentido, se protegen y refuerzan los restos fósiles que asoman desde la roca con consolidantes tipo laca y se delimita la zona circundante para transportarlo en un único bloque que contenga al fósil y al sedimento que lo recubre. Para esto último utilizamos distintas herramientas de corte que van desde mazas y cinceles, hasta herramientas mecánicas no manuales como cortadoras de roca a explosión y martillos percutores eléctricos. Una vez delimitado el bloque se procede a protegerlo con capas de tela de arpillera y yeso conformando lo que conocemos como “bochón”. Este bochón permite transportar al fósil lo más seguro posible desde el yacimiento hasta el laboratorio de preparación, que en muchos casos incluye caminos difíciles, a campo traviesa, y miles de kilómetros de distancia.

De esta manera, muchas veces los hallazgos más importantes se hacen en el laboratorio de preparación cuando se logra liberar todo el sedimento del fósil y se observa con claridad todas sus características.

Vista panorámica del sitio paleontológico Cerro Policia, La Buitrera, en la provincia de Río Negro.

El Dr. Pablo Gallina, en plena campaña, despejando el sedimento del hueso con un pincel para delimitar el armado del bochón.

Bochón terminado en el campo listo para su traslado al laboratorio de preparación de fósiles. Fotos: Pablo Gallina.

Una vez hallados los fósiles, armados los bochones y trasladados al «Taller de Preparación de Fósiles» en la sede de la Fundación Azara – Universidad Maimónides, ¿Cómo continua el trabajo en el laboratorio del material recolectado?

El trabajo en el taller de preparación es sumamente importante ya que no sólo nos permite a los paleontólogos completar nuestras investigaciones sino que también permite acondicionar al material fósil para su resguardo en las colecciones de los museos, preservando de la mejor manera el patrimonio paleontológico de nuestro país.

Una vez que el bochón llega al laboratorio, los técnicos cortan la cubierta de yeso con mucho cuidado y comienzan a liberar al fósil de la roca circundante. Esto lo realizan con herramientas manuales generalmente punzantes y martillos neumáticos de precisión ya que es un trabajo muy meticuloso. Al mismo tiempo que van descubriendo el resto fósil, lo van consolidando con diversos productos que le otorgan protección y dureza que permite luego poder manipularlos cuando los estudiamos. Una vez concluida la preparación del material fósil, el técnico acondiciona un contenedor (generalmente es una caja plástica con una base acolchonada que lo protege) para poder trasladarlo mientras se lo estudia y al mismo tiempo para dejarlo listo a los fines de depositarse en la colección del museo al cual corresponda.

Imágenes del Laboratorio de Preparación de Fósiles en la sede de la Fundación Azara – Universidad Maimónides. Fotos: Leonardo Pazo.

Por último… Contános ¿qué es lo que más te apasiona de tu profesión?

Sin dudas lo más apasionante de mi profesión es que no dejo de sorprenderme ante los nuevos hallazgos, las nuevas formas de investigar en Paleontología, y la búsqueda permanente de nuevas respuestas. Respuestas a interrogantes que surgen, muchas veces, del estudio de organismos de los que no tenemos representantes vivientes que nos sirvan de comparación para entender varios aspectos de su biología y evolución. Tenemos todavía mucho por aprender de la vida en el pasado, por lo que nuestra profesión seguirá indagando por mucho tiempo más.

¡MUCHAS GRACIAS PABLO!

 

Más información:

Conocé desde el aire el campamento del Área de Paleontología de la Fundación Azara – Universidad Maimónides, en La Buitrera (Cerro Policia, Río Negro) ingresando en: https://www.facebook.com/fundacionazara/videos/1596377440399328/

En febrero pasado se realizó la Campaña Paleontológica N° 19 a cargo del Dr. Sebastián Apesteguía, Director del Área de Paleontología de la Fundación Azara – Universidad Maimónides, ingresa al siguiente link y conocé el equipo de trabajo y más detalles de las actividades que se realizan en el campo: https://www.facebook.com/fundacionazara/posts/1596370330400039

– Conocé las Exhibiciones Paleontológicas (entre otras) realizadas por la Fundación Azara ingresando en: https://fundacionazara.org.ar/exhibiciones/